El Tai-Jitsu es un Arte Marcial tradicional Japonés, cuyo origen se remonta al siglo XVI. Su espíritu de Defensa Personal es una característica significativa aunque no su finalidad más importante.
El Tai-Jitsu formaba parte del adiestramiento de Samuráis y guerreros para la lucha sin armas, cuando por alguna razón no podían hacer uso de sus katanas o armas.
El significado de los ideogramas kanji que forman el nombre de Tai-Jitsu significan: 体 TAI – Cuerpo, 術 JITSU – Arte o artesanía de defensa
Sus técnicas se basan en una aplicación de los principios físicos y biomecánicos al movimiento técnico. Se trata de aprovechar las fuerzas que genera el adversario durante su ataque y usarlas en su contra, con sentido de la oportunidad y del momento preciso, aplicando los conceptos de anticipación, contra, encadenamiento, combinación, etc.
Así pues, en Tai-Jitsu usaremos para defendernos todas las armas del cuerpo, utilizando el desplazamiento y los giros de este (Tai Sabakis), como base generadora de la fuerza, la velocidad y el recorrido en la realización de las técnicas.
El Tai-Jitsu trabaja las tres distancias de combate (larga, corta y cuerpo a cuerpo, de pie y en suelo), utilizando todo tipo de técnicas: Atemis, proyecciones, luxaciones, inmovilizaciones, estrangulaciones, etc., todas ellas de forma integral y encadenadas.
El Tai-Jitsu que actualmente conocemos fue, en gran medida, recopilado por el Maestro Minoru Mochizuki, quien recupera un gran número de técnicas antiguas, y katas relativas a este tipo de trabajo sin armas.
En España, se introduce el Tai-Jitsu en 1977-78 en la Federación Española de Karate, como disciplina asociada. Desde entonces es esta la Federación reconocida por el Consejo Superior de deportes como la Federación Oficial encargada de la divulgación, organización y reglamentación del Tai-Jitsu en España, como así lo recogen sus estatutos.